viernes, 18 de enero de 2008

Momentos en los que me gusta ser mujer

Ayer, cuando me bajé del colectivo, antes de seguir mi rutina de cruzar y tomar el subte me detuve en un negocio de zapatos.

La cuestión era que no tenía mucho efectivo encima y como me robaron la cédula no llevo el DNI conmigo todo el tiempo, por lo tanto no podía pagar con tarjeta de débito.
La cuestión es que cuando me atendió el vendedor y mientras me probaba las zandalias le pregunté el precio y me dice: "si recién lo viste en la vidriera" a lo cual yo le digo que quería saber exacto porque no sabía si me alcanzaba y sino tenía que ir al banco y volver en otro momento. Cuestión que charla de aca charla de allá, terminé comprandólas $2 más baratas jajaja. Mentira que no me alcanzaba pero bueno, usé unos truquitos y el tipo me las rebajó dos pesos jajajaja.

Nota: Entre todas las cosas absurdas que me enseñaron en mi laburo de telemarketer/operadora/loquefuera... rescato una: preguntarle el nombre a la persona y luego referirse a ella con su nombre, al principio pensé que era una pelotudez más, pero la verdad es que es útil y te da esa sensación de mayor cercanía y amabilidad, le saca un poco la cosa formal y mecánica.

Tu nombre??
Darío
Bueno, muchas gracias Darío

^^

1 comentario:

Horacio dijo...

yo me llamo sorete inmundo y me gusta que me llamen por los dos nombres, porque se complementan tan bien...

Desde 22/08/07