miércoles, 16 de julio de 2008

Un pacto implícito


No recuerdo hace cuánto tiempo que sucede esto pero mínimo un año.

Yo no pregunto ni ella lo nombra, ignoramos lo que las dos sabemos y hacemos como que no existe, mejor dicho, directamente jugamos a que nunca existió, no sé por qué ella actuará así, supongo que para protegerme o porque piensa que me puede afectar o porque cree que directamente no me interesa. Yo actúo asi para protegerme y porque pienso que quizá me pueda afectar.
Es un miedito que tengo ahí oculto y al que creo que nunca me atreveré a enfrentar.
Hace mucho pero muchísimo que no sé nada de él, debe estar bien, de lo contrario sopongo que me habría enterado.. ella será capaz de ocultarme algo grave como por ejemplo que está muerto? nahhh debe andar feliz por la vida, cómo decía él, "cansado del éxito".

En el fondo me muero de curiosidad, ya saben, ver si le va mejor que a mí en la vida y esas cosas. Pero por alguna razón me contengo y no abro la boca. Sólo lo mencioné accidentalmente pero porque estaba hablando de un casamiento y de todo lo que implicaba, y entre bla y bla le comenté que una amiga me dijo que me sacara esa pulserita de tela roja porque no combinaba nada con la formalidad del evento, claro pulserita que me regaló él, a veces me pregunto por qué la sigo usando, creo que me acostumbré tanto a tenerla, tantos años ahí, que ya formaba como parte de mi brazo y casi nunca me detuve a pensar lo simbólico del asunto.
Creo que voy a cortarla y deshacerme del último rastro físico que me queda de él.

Pero más allá de todo esto hay algo que me llamó la atención, mientras ella hablaba del cumpleaños del novio nombró las personas que fueron pero no a él, en ese momento me pregunté si es que se habían peleado, si es que estaban distanciados o si justo no fue por algún motivo en particular... pero esos son los momentos del famoso habla ahora o calla para siempre; yo estaba tomando mate y miré bien para abajo concentrada pensando no hagas ninguna cara cuando lo nombre, hacé como que pasa el viento, y no, el nombre nunca se mencionó jajaja. No creo que lo haya evitado a propósito, tampoco para tanto no?

Hace un tiempo largo escribí un post preguntándo si es que acaso existían cosas que no se superaban nunca, y no sé bien la respuesta pero lo que puedo asegurar es que a medida que una va creciendo y va teniendo más experiencias y conociendo más cosas, cada vez que se detiene a pensar en el asunto en cuestión, lo ve y lo interpreta siempre a partir de diferentes puntos de vista. Siempre siento la necesidad de elaborar conclusiones respecto de temas del pasado como para poder cerrarlos, pero siempre queda un pequeño espacio, siempre sigo reelaborándolo a partir de las cosas nuevas que me pasan, cosas que me ayudan a a entender más las situaciones, o simplemente a aceptar que los sentimientos son irracionales y punto y que no todo tiene una respuesta lógica, o mejor dicho casi nada.

En fin, como muchas veces, escribí un montón de cosas incoherentes que rondan por mi cabeza.
Ahora sí puedo ir a descansar. Espero mañana no tener que recibir quejas por este post.

2 comentarios:

Sebas dijo...

Yo creo que uno nunca se llega a olvidar de las cosas que nos han marcado profundamente, pero esta bueno que sea así, nos hace recordar que estamos bien vivos.
Besos!

Con el viento dijo...

¿Será que todos tenemos alguna historia así en el placard? Me hiciste acordar de una historia en parte parecida. Sólo que en mi caso practicamente nadie la conocía y por eso me era tan dificil saber qué sería de ella cada vez que desaparecía del pueblo.

Durante años me pregunté dónde estaría, cómo estaría, por qué nunca fue a buscarme y qué se yo. Hace un par de meses supe que había vuelto, tal vez con las marcas de un mal trago que desconozco. No volví a hablar con ella, pero le mandé saludos y sé que devolvió el gesto.

De alguna forma, saber que está, saber que vive y que tal vez esté bien me hizo bien a mí también. Calmó algo que durante años se clavó en mí como una interrogante eterna.

Salutes!

Desde 22/08/07