Nos cuesta creer

En relación al anterior post y todo lo que implica, hoy me puse a pensar en vos, que sos todo lo contrario a mí, que te mostrás fuerte y autosuficiente, que afirmás no necesitar amigos, que siempre te sentiste cómodo en tu soledad, sin tener problemas ni sobresaltos, que gracias a eso pudiste desarrollar tus talentos... (tus propias palabras)

Siempre me pregunté si todas esas afirmaciones no eran fingidas y cómo podía ser que no tuvieras el deseo de compartir cosas más profundas, más que charlar sobre la facultad el clima o el precio de las verduras. Y me puse tan feliz cuando comenzaste a abrirte y tan triste cuando te arrepentiste...

Empezamos a construir algo que no prosperó, que no funcionó, pero yo sé que puse todo de mí, el que no quiso flexibilizarse ni un poquito fuiste vos. Es curioso que la inteligencia emocional no vaya de la mano de la otra, no sé cómo llamarla, la intelectual??
Siempre me sorprendiste con tus razonamientos sobre el mundo y la política y la gente, pero todo con ojos profesionales, de autocrítica ni hablar.

Ahora pienso que me gustaría ser un poquito como vos, un poquito nada más, y si nos hubiéramos seguido hablando quizás yo te contagiaba un de mí, vos de vos y nos podíamos ayudar. Y como dice Sin Banderas "Pero no.."

Me pregunto si estarás bien, si seguirás con tu postura arrogante, con tu visión unilateral y si te habrás detenido a reflexionar e intentar darle una vuelta de tuerca al asunto o si enterraste todo en un cajón y seguiste tu vida como si nada, reprimiendo y olvidando lo sucedido (algo me dice que es más probable la segunda opción)
Me pregunto también si habrás avanzado respecto a ese temita pendiente, si te habrás sabido desempeñar, qué pasó, si estás bien, si cambiaste un poco o si volviste completamente a ser el de antes, ese que yo conocí.

Vos un extremo y yo el otro.
Me dio melancolía qué sé yo, aunque no tanta como para buscarte.